El expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, sigue dando pasos en su estrategia para regresar al primer plano político dentro del Partido Popular. Tras ser absuelto hace cerca de un año por la Audiencia Nacional en la última causa que tenía pendiente, Camps ha intensificado su actividad pública con declaraciones, actos simbólicos y encuentros con antiguos dirigentes del PP. El próximo gran movimiento será el 10 de mayo, con un almuerzo multitudinario en el edificio Biohub de La Marina de Valencia.

Bajo el lema “Gran celebración popular: 30 años de gobiernos”, el evento busca homenajear a alcaldes y militantes populares, aunque el trasfondo político es evidente. Camps quiere “mostrar pulmón” y evidenciar el respaldo que ha conseguido entre viejos cargos y estructuras locales del partido. 

El expresidente ha conformado un grupo de trabajo con alrededor de 30 exalcaldes y antiguos cargos, con dos objetivos clave: por un lado, reclamar la celebración del congreso regional del PPCV, cuya convocatoria Génova mantiene en suspenso. Por otro, presentar un documento político con propuestas y líneas estratégicas para los próximos años, una suerte de programa electoral que refuerza la idea de que Camps quiere volver a competir por el liderazgo del partido.

Fuentes de su entorno aseguran que “tiene estructura y proyecto, y podría ganar ese congreso si se celebrara”. Aunque no ha confirmado oficialmente su candidatura, la presión sobre la actual dirección autonómica liderada por Carlos Mazón es cada vez más palpable, especialmente en un contexto de descontento interno tras la gestión de la crisis de la dana en octubre.

Mientras Camps moviliza bases y antiguos referentes del partido, la dirección regional y nacional del PP observan con cautela, evitando un enfrentamiento directo pero conscientes de que su reaparición agita el tablero político valenciano.