En la tarde del martes, una mujer con alteraciones mentales provocó incidentes en la capilla de adoración eucarística perpetua de la Real Parroquia de San Martín Obispo y San Antonio Abad, en pleno centro de Valencia.

La agresora, conocida por acudir en otras ocasiones con comportamientos extraños, irrumpió en el altar en un estado de agitación, arrancó el mantel y dañó la custodia —el recipiente litúrgico donde se expone la hostia consagrada— sin llegar a consumar ningún acto de profanación.

Testigos presenciales lograron contenerla y alertar a la Policía. Entre ellos, una feligresa consiguió poner a salvo la hostia consagrada, que fue llevada al sagrario de la Catedral de Valencia para su custodia.

El párroco de la iglesia, que también es canónigo de la Catedral, descartó cualquier motivación religiosa o ideológica, explicando que se trataba de una persona que perdió el control. La capilla, abierta desde hace 13 años sin incidentes previos, permanecerá cerrada hasta que se repare la custodia, que estaba fijada al altar como medida de seguridad.

A pesar del susto, no se registraron heridos graves y el párroco agradeció la rápida intervención y la colaboración de los presentes.