Sánchez reaparece tras los incendios: una semana de silencio, lujo y descoordinación
El presidente interrumpe sus vacaciones en La Mareta tras la peor ola de incendios del año, con tres fallecidos, miles de hectáreas arrasadas y críticas por su ausencia y falta de liderazgo
Tras una semana marcada por una oleada de incendios forestales que ha golpeado con dureza a comunidades como Galicia, Castilla y León, Madrid y Andalucía, Pedro Sánchez ha reaparecido en el comité de crisis de Moncloa tras permanecer en silencio y ausente durante días. Mientras el país ardía, el presidente del Gobierno optó por mantenerse en La Mareta, el complejo vacacional de lujo en Lanzarote, sin realizar apenas declaraciones públicas ni contactos directos con los presidentes autonómicos afectados.
La crítica ha sido generalizada, no solo desde la oposición, sino también desde sectores de la ciudadanía y expertos en gestión de crisis, que han echado en falta una respuesta más rápida y visible por parte del Ejecutivo. Con más de 157.000 hectáreas calcinadas en lo que va de año, y una previsión de cifras que podría superar el trágico 2022, muchos se preguntan si la pasividad institucional no ha contribuido a agravar la catástrofe.
Especialmente llamativo ha sido el contraste entre la urgencia de la situación y la actitud del presidente. Durante toda la semana, Sánchez se limitó a publicar escuetos mensajes en redes sociales mientras evitaba cualquier comparecencia pública o visita a las zonas afectadas. El recuerdo de su célebre crítica a Mariano Rajoy en 2015, cuando preguntó “¿qué coño tiene que pasar para que Rajoy pise el barro?”, ha vuelto con fuerza, aunque esta vez en su contra.
Además, para muchos ciudadanos este episodio ha reavivado el malestar que dejó su actitud durante la catástrofe del pasado 29 de octubre en la Comunidad Valenciana, cuando tras unas inundaciones devastadoras el presidente se limitó a declarar: “si necesitan ayuda, que la pidan”. Una frase que fue calificada como deleznable por diversos dirigentes autonómicos y que hoy resuena con fuerza ante la sensación de abandono institucional repetido.
A ello se suma la polémica del coste de sus vacaciones. Según datos obtenidos a través del Portal de Transparencia, en 2023 sus dos semanas en La Mareta supusieron un gasto de 28.000 euros a las arcas públicas, 13.000 de ellos solo en alimentación. En pleno contexto de incendios, crisis climática y restricciones presupuestarias, esta cifra ha sido calificada por algunos analistas como “una obscenidad”.
Sánchez tiene previsto visitar hoy las zonas más afectadas en Orense y León, aunque para muchos este gesto llega tarde y con olor a daño político ya hecho. La sensación de improvisación y desconexión vuelve a empañar la imagen de un Gobierno que, en palabras de varios afectados, ha dejado al país solo “mientras ardía”.