PSOE y Compromís sellan un nuevo gobierno en Paiporta con más sueldos, más asesores y nuevas áreas tras la DANA
El alcalde Vicent Císcar (PSOE) y la vicealcaldesa Marian Val (Compromís) impulsan un reparto de cargos y retribuciones que eleva el gasto político, mientras muchos vecinos siguen esperando la reconstrucción

El Ayuntamiento de Paiporta ha oficializado un nuevo pacto de gobierno entre el PSOE y Compromís que reorganiza de arriba a abajo el Ejecutivo local. La alianza llega nueve meses después de la DANA que golpeó con dureza al municipio, y se traduce en una ampliación del equipo de gobierno, tanto en número de cargos como en estructura organizativa.
El socialista Vicent Císcar ha sido nombrado alcalde, y Marian Val, portavoz de Compromís, ha sido designada vicealcaldesa con competencias clave como Reconstrucción, Urbanismo, Vivienda y Obra Pública. Su nuevo salario será de 3.040 euros mensuales, una cifra que supera notablemente la que cobraba su antecesor en esas funciones. Además, otros cinco ediles del equipo de gobierno cobrarán 2.700 euros al mes por dedicación exclusiva y uno más estará liberado al 50%.
Aunque Císcar no tendrá sueldo fijo como alcalde, sí percibirá dietas de 600 euros por pleno ordinario, 300 por extraordinario, más asistencias a juntas y comisiones que podrían sumar más de 1.500 euros mensuales.
El acuerdo también triplica el número de asesores respecto al mandato anterior, pasando de dos a seis cargos de confianza, con sueldos de hasta 3.000 euros al mes.
Desde la oposición, especialmente el PP, se critica que este nuevo gobierno se centre en el reparto de sueldos y cargos, cuando aún hay numerosos barrios afectados por la DANA que siguen esperando actuaciones básicas de reconstrucción. “Seguimos sin piscina, sin polideportivo y sin infraestructuras básicas mientras aumentan el gasto político”, denuncian.
El nuevo Ejecutivo defiende que el acuerdo permitirá una gestión más eficiente y coordinada en un momento crucial para el municipio. Sin embargo, el aumento de retribuciones y asesores ha provocado un fuerte malestar en parte de la ciudadanía, que esperaba que la reconstrucción fuera la verdadera prioridad.