Pérez Llorca marca el paso a su nuevo gobierno: "la política ha de ser un servicio útil, no un frontón"
El president de la generalitat clausura la toma de posesión exigiendo a sus consellers "humildad, cercanía y trabajo" para cerrar la crisis institucional y enfocar la gestión en la reconstrucción y la libertad
El Salón de Corts ha sido testigo hoy no solo de un cambio de nombres, sino de un cambio de actitud. Juanfran Pérez Llorca, ya investido con plenos poderes como President de la Generalitat, ha cerrado el acto de toma de posesión de su nuevo Consell con un discurso breve, contundente y cargado de intención política. Lejos de la retórica vacía, el mandatario alicantino ha trazado la hoja de ruta de esta nueva etapa pos-Mazón con una premisa liberal clásica: la administración está para servir, no para estorbar ni para adoctrinar.
«La política es un servicio, no puede ser un frontón», ha sentenciado Pérez Llorca ante su nuevo equipo. La frase resume la filosofía del nuevo ejecutivo: acabar con la política de trincheras que tanto daño ha hecho a la convivencia y centrarse en la gestión real. El President ha exigido a sus consellers que las puertas de la Generalitat estén siempre abiertas, no para la propaganda, sino para solucionar los problemas tangibles de familias y empresas. En un momento donde la desafección política es alta tras la gestión de la DANA, Pérez Llorca apuesta por la «reconciliación» a través de los hechos.
El discurso ha tenido un marcado acento institucional. El jefe del Consell ha recordado que la lealtad a la Constitución y al Estatut no es negociable, y que esa lealtad implica gobernar para «la inmensa mayoría», alejándose de sectarismos. Ha pedido expresamente «tender puentes» con el resto de administraciones y con la sociedad civil, reconociendo que la recuperación de la Comunidad Valenciana no la puede hacer un partido en solitario, sino que requiere de la energía de toda la sociedad.
Pérez Llorca ha puesto deberes inmediatos a sus consellers: «humildad» para reconocer errores, «cercanía» para pisar la calle y escuchar a los afectados, y «trabajo» incansable. El mensaje a los sectores productivos ha sido implícito pero claro: este gobierno buscará la estabilidad y la seguridad jurídica necesarias para volver a crecer.
El acto ha concluido con la interpretación del Himno Regional, coreado con solemnidad. La imagen final es la de un gobierno renovado, con un liderazgo que busca pasar página del caos para instaurar el orden, la eficacia y el respeto institucional como señas de identidad de la derecha valenciana moderna. Hoy empieza, de verdad, la era Pérez Llorca.
