Diana Morant, ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y actual secretaria general del PSPV-PSOE, ha vuelto a utilizar su visita institucional a Riba-roja (Valencia) como altavoz político para atacar al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. La socialista ha criticado la gestión económica del Gobierno autonómico, insinuando que el Consell no debería necesitar endeudarse si no bajara impuestos. Lo que no mencionó Morant es que su referente político y principal impulsor dentro del PSOE, Santos Cerdán, se encuentra en prisión por delitos relacionados con corrupción y tráfico de influencias.

Desde la pasarela mediática que le brinda el Ministerio de Ciencia, Morant denunció que la Comunitat Valenciana “no puede avanzar” debido a la “mala gestión” del PP, obviando que el Gobierno de Pedro Sánchez ha negado este año el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) a la Comunitat, por primera vez en doce años. Tampoco aclaró por qué el Ejecutivo de Sánchez favorece a Cataluña con un modelo de financiación singular, que ella misma dijo mirar “con envidia”.

La ministra, que criticó a Mazón por no gastar en residencias ni centros de día, tampoco respondió por qué, siendo su Gobierno el responsable último de la financiación autonómica, se sigue discriminando a comunidades como la valenciana. Con afirmaciones como “no sabemos en qué se gasta el dinero el señor Mazón”, Morant evita rendir cuentas sobre los recortes sociales que su partido impulsó durante los años del Botànic en los que ella era una figura destacada.

Lo que resulta especialmente llamativo es que Morant insista en dar lecciones de buena gestión mientras su principal valedor en el aparato socialista, Santos Cerdán —el hombre fuerte de Ferraz que la colocó en puestos clave—, ha sido condenado y encarcelado, en una mancha que el PSOE valenciano parece querer ocultar a toda costa.