Martínez Mus urge al Gobierno a agilizar las ayudas tras las riadas y reivindica a Vaersa como vía de respuesta inmediata
El conseller de Medio Ambiente reclama coordinación en los parques naturales, inversiones en L’Albufera y soluciones rápidas frente a la lentitud de la Confederación Hidrográfica del Júcar
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha defendido el papel de la empresa pública Vaersa como “instrumento clave de recuperación rápida” en los municipios afectados por las riadas, especialmente en la reparación de los sistemas de alcantarillado. Según destacó, la Generalitat está actuando frente a la falta de agilidad en la concesión de ayudas por parte del Gobierno central, que tras más de diez meses aún no se han resuelto.
Martínez Mus trasladó esta preocupación al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante una reunión centrada en los proyectos pendientes con el Ministerio de Transición Ecológica. “Los ayuntamientos no pueden seguir esperando. Necesitan mecanismos inmediatos para iniciar obras imprescindibles”, subrayó.
En el encuentro, el conseller también abordó la recuperación del Parque Natural de L’Albufera, donde la Generalitat ya trabaja en estudios batimétricos para evaluar el alcance de las inundaciones. Asimismo, planteó la necesidad de crear mesas técnicas de coordinación para el Parque Natural del Túria, con el fin de que las actuaciones se desarrollen de forma transversal y coherente.
Otro de los puntos tratados fue la situación de los cauces gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Martínez Mus reclamó conocer con urgencia los límites del dominio público hidráulico tras las riadas, información esencial para la revisión del PATRICOVA y la planificación de futuros parques inundables.
El conseller criticó además la lentitud de la CHJ en la ejecución de encauzamientos y canalizaciones de barrancos, lo que –según dijo– “condiciona al resto de administraciones y retrasa actuaciones básicas de seguridad”. Entre los ejemplos más preocupantes citó la presencia de vehículos abandonados en el cauce del barranco del Poyo, que suponen un grave riesgo ante posibles avenidas y un daño medioambiental añadido. “Se trata de una situación inadmisible que debe resolverse de inmediato”, concluyó.