Manuel Carrasco deslumbra en el Roig Arena con un concierto histórico y emotivo
El «Tour Salvaje» del artista onubense convierte la inauguración del Roig Arena en un espectáculo de música, emociones y solidaridad con las víctimas de la DANA
Valencia vivió anoche una jornada inolvidable con el esperado concierto de Manuel Carrasco en el recién inaugurado Roig Arena. El artista onubense ofreció un espectáculo de más de dos horas y media que combinó su trayectoria musical con momentos de gran carga emocional y un guiño a la solidaridad con los afectados por la DANA.
Desde el inicio, Carrasco hizo vibrar al público con su energía inagotable, moviéndose ágilmente por el escenario y acercándose a los asistentes con una cámara en mano, capturando sonrisas y abrazos, en un gesto que reforzó la cercanía con sus seguidores. Entre sus éxitos más coreados se encontraron «Hasta por la mañana», «Tan solo tú» y «Mujer de las mil batallas», mientras que los nuevos temas de su último disco también recibieron aplausos y entusiasmo.
Uno de los momentos más emocionantes de la velada fue cuando el cantante dedicó una bulería a Valencia, recordando a las víctimas de la DANA y alabando la labor de los voluntarios: «El pueblo salvando al pueblo. La gente arremangá y los de siempre sin hacerlo», señaló, en un mensaje cargado de empatía y crítica implícita hacia la respuesta política ante la catástrofe.
Carrasco también compartió con el público su especial vínculo con la ciudad, donde realizó su primer casting para Operación Triunfo, y destacó la calidad del Roig Arena, calificándolo de lujo para conciertos de gran formato. El cierre del espectáculo fue histórico: el público acompañó a Carrasco al unísono en su icónico tema «Qué bonito», convirtiendo el pabellón en un mar de voces que reflejaba la conexión profunda entre el artista y sus seguidores.
La noche concluyó con una promesa del cantante: volverá a Valencia en menos de un año, asegurando que la ciudad y su público siempre tendrán un lugar especial en su carrera. Este concierto no solo marcó un hito musical, sino que también se convirtió en un acto de homenaje y solidaridad, dejando un recuerdo imborrable en la historia reciente del Roig Arena y de la ciudad.