La Generalitat impulsa la recogida de paja de arroz como alternativa sostenible a la quema en l’Albufera y otras zonas húmedas
La resolución publicada en el DOGV establece nuevas instrucciones para la gestión de rastrojos, combinando la retirada mediante VAERSA con la autorización controlada de quemas por motivos fitosanitarios
La Generalitat Valenciana ha puesto en marcha una medida innovadora para las explotaciones arroceras de la Comunitat: la posibilidad de recoger y retirar la paja de arroz como alternativa a la quema, una práctica tradicional en zonas húmedas como el Parc Natural de l’Albufera. La iniciativa, que se llevará a cabo a través de la empresa pública VAERSA, busca ofrecer al sector arrocero opciones más sostenibles y compatibles con la conservación del medio ambiente.
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado la resolución conjunta de las consellerias de Medio Ambiente y Agricultura, que recoge las instrucciones para gestionar los restos agrícolas en espacios como la Marjal i Estanys d’Almenara, la Ribera Sur del Xúquer o la Marjal de Pego-Oliva. La normativa dota al sector de un marco común y fomenta la reutilización de la paja con fines energéticos, ganaderos o agrícolas.
El secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, ha destacado la relevancia de la medida en l’Albufera, donde se concentran la mayoría de plantaciones de arroz y donde la quema, autorizada entre el 10 de octubre y el 31 de diciembre, sigue siendo necesaria en algunos casos por razones fitosanitarias. Por su parte, el secretario autonómico de Agricultura, Vicente Tejedo, ha señalado que el objetivo es “dar un destino útil a la paja y reducir al máximo los impactos negativos sobre el entorno”.
La resolución también regula el uso de la aplicación móvil QUEPAR, obligatoria en l’Albufera y la Ribera Sur, que permite programar las quemas en momentos atmosféricamente favorables para minimizar la contaminación. Además, se simplifica la burocracia en los municipios sin planes locales de quema, y se establecen estrictas limitaciones horarias y de seguridad.
El documento incorpora un plan de seguimiento y análisis ambiental, con controles de calidad de las aguas, monitorización satelital y mediciones sobre el terreno para prevenir episodios de anoxia que afecten a la fauna acuática. Asimismo, se pondrá en marcha un sistema de indicadores para detectar posibles plagas y problemas sanitarios en los arrozales.
Con estas medidas, la Generalitat apuesta por equilibrar la tradición agrícola con la protección ambiental en los humedales valencianos.