El Valencia CF atraviesa una crisis que ya no se puede esconder. El conjunto de Carlos Corberán volvió a caer este sábado en Mestalla (0-2) ante el Villarreal en un derbi donde, una vez más, mostró todas sus carencias: falta de ideas, desconexión ofensiva y un preocupante bajón anímico que empieza a calar también en la grada.

El equipo acumula solo 9 puntos de 30 posibles tras diez jornadas y está a un paso del descenso. Mestalla, fiel reflejo del malestar general, despidió al equipo con una sonora pitada y con cánticos dirigidos a la propiedad. La paciencia del valencianismo se agota y las sensaciones sobre el césped no ayudan a calmar los ánimos.

El Villarreal no necesitó demasiado para imponerse. Un penalti transformado por Gerard Moreno justo antes del descanso y un gol de Santi Comesaña en el 57 sentenciaron a un Valencia que volvió a carecer de profundidad y de respuesta. Los cambios de Corberán no alteraron el guion de un partido que evidenció el pobre nivel competitivo del equipo.

Varios jugadores atraviesan un momento preocupante. José Luis Gayà, sustituido en la segunda parte, fue abucheado por parte de la afición, reflejo del desencanto con el capitán y con el grupo en general. Los fichajes, llamados a marcar diferencias, siguen sin hacerlo, y el equipo carece de liderazgo y chispa.

Con cinco jornadas consecutivas sin ganar y un calendario que incluye la visita al Santiago Bernabéu, el futuro inmediato del Valencia CF se presenta oscuro. Si el rumbo no cambia pronto, el club puede verse abocado a una temporada dramática.