El Roig Arena volvió a ser una fiesta. El Valencia Basket firmó una de las victorias más resonantes de la temporada al imponerse por 89-76 al Real Madrid en la décima jornada de la Euroliga. El conjunto de Pedro Martínez, impulsado por una grada entregada y un juego vertiginoso, tumbó al vigente campeón de Europa con una actuación sobresaliente en ambos lados de la pista.

Desde el inicio, el Valencia impuso su ritmo. Aunque Campazzo abrió el marcador con cinco puntos consecutivos, la respuesta taronja fue inmediata. Montero, Moore y Reuvers lideraron un primer cuarto equilibrado (22-21), preludio de un segundo periodo en el que los locales comenzaron a marcar diferencias. La defensa, sostenida por la intensidad de Pradilla y Reuvers, desactivó al Madrid y permitió correr al Valencia, que alcanzó el descanso con una ventaja sólida (45-38).

En la reanudación, el guion no cambió. El Real Madrid apretó desde la defensa, pero la fluidez ofensiva de los valencianos desarmó cualquier intento de remontada. Lyles (23 puntos) sostuvo a los de Scariolo, aunque su actuación fue insuficiente ante la ofensiva coral de un Valencia donde hasta once jugadores sumaron puntos. Thompson, con 14 tantos y una dirección impecable, fue clave en el tercer cuarto para mantener la distancia (67-60).

El tramo final fue una exhibición local. Dos buenas defensas consecutivas y un 2+1 de Taylor abrieron brecha (72-60) y certificaron el triunfo ante un Madrid falto de ideas y lastrado por las faltas de Tavares. El Roig Arena celebró con entusiasmo una victoria de enorme prestigio, que consolida al Valencia Basket en la zona alta de la Euroliga y refuerza la sensación de que este equipo puede competir de tú a tú con cualquiera en el continente.