El Maratón desborda las previsiones: Valencia rozará el lleno técnico hotelero en el puente de diciembre
El "efecto llamada" de la prueba reina del atletismo dispara las reservas hasta un pico del 96% la noche del sábado, consolidando a la capital del Turia como el epicentro del turismo deportivo invernal
Valencia está a punto de colgar el cartel de «no hay billetes». La ciudad se prepara para vivir un puente de la Constitución de cifras récord, donde el deporte de élite y el turismo urbano se han dado la mano para dinamizar la economía local. Según los últimos sondeos de la Fundación Visit Valencia, la capital del Turia registrará una ocupación media del 90% durante los próximos días, un éxito rotundo que tiene un responsable claro: el Maratón Valencia Trinidad Alfonso.
La cita deportiva, que atrae a miles de corredores de todo el planeta, ha transformado un fin de semana de diciembre en temporada alta. El momento cumbre de esta avalancha turística se producirá la noche del sábado al domingo, víspera de la carrera. Para esa jornada, los hoteles de la ciudad ya tienen reservadas el 96% de sus plazas, una cifra que prácticamente supone el lleno técnico y que aún podría subir con los viajeros de última hora.
El flujo de visitantes se mantendrá constante durante todo el puente. El viernes igualará los registros de 2024 con un sólido 92% de ocupación, mientras que la noche del domingo al lunes, pese a ser el cierre del festivo, retendrá a un 85% de los visitantes. Curiosamente, este auge de demanda viene acompañado de una ligera moderación en los costes: los precios medios han bajado un 5% respecto al año anterior, situándose la tarifa de la noche del sábado en el entorno de los 260 euros.
Paula Llobet, concejala de Turismo, ha valorado estos datos como la prueba definitiva de la madurez del destino. Para el consistorio, el Maratón es mucho más que una carrera; es una herramienta estratégica de desestacionalización. La capacidad de Valencia para maridar un evento de talla mundial con su oferta navideña, gastronómica y cultural la convierte en una opción imbatible en invierno. La ciudad no solo corre, también se llena, demostrando que el turismo deportivo sostenible es uno de sus grandes motores económicos.
