El Levante UD vuelve a Primera con una remontada épica en Burgos
n golazo de Carlos Álvarez en el minuto 98 desató la locura granota y certificó el ascenso. La ciudad de València se volcó en una celebración multitudinaria tras tres años de sufrimiento en Segunda

El Levante UD ha firmado su regreso a la élite del fútbol español con un triunfo inolvidable en El Plantío. El conjunto dirigido por Julián Calero venció 2-3 al Burgos en un partido de alta tensión que se resolvió en el tiempo de descuento gracias a un espectacular gol de Carlos Álvarez. Con esta victoria, el equipo valenciano asegura su ascenso directo a LaLiga EA Sports como líder provisional con 76 puntos, a falta de una jornada para finalizar la temporada.
La remontada no fue sencilla. Tras adelantarse el Burgos con un tanto de Fer Niño y fallar un penalti Pablo Martínez, el ‘Comandante’ Morales empató para el Levante. Sin embargo, antes del descanso, Fer Niño volvió a golpear, poniendo el 2-1 en el marcador.
Ya en la recta final, Roger Brugué firmó el empate y, cuando parecía que el reparto de puntos era inevitable, emergió la figura del joven Carlos Álvarez. En el minuto 98, el canterano recogió el balón en el perfil diestro, se internó con decisión y lanzó un potente zurdazo desde fuera del área que entró por la escuadra. Un gol que será recordado por generaciones de granotas.
La celebración fue inmediata. Más de mil seguidores desplazados invadieron el campo en Burgos, mientras en València la euforia se apoderaba de los barrios marítimos, Benimaclet y Orriols. Cientos de aficionados se congregaron de madrugada en la Fuente de las Cuatro Estaciones, epicentro de las celebraciones levantinistas, para recibir a los héroes del ascenso. Jugadores y cuerpo técnico fueron recibidos como leyendas, destacando el entrenador Julián Calero, que cumplió su promesa de ponerse una peluca si lograban el objetivo.
Este lunes, la fiesta continuará con una gran ‘rúa’ que recorrerá las calles de València y culminará en el estadio Ciutat de València. El Levante logra así su sexto ascenso a Primera División y militará por 17ª vez en la máxima categoría, cerrando una travesía de tres años por el desierto de la Segunda. El levantinismo vuelve a soñar.