El cierre de Cofrentes amenaza la estabilidad del modelo industrial en la Comunidad Valenciana, según Cámara Valencia
Cámara Valencia defiende la continuidad de Cofrentes como garantía para un suministro eléctrico estable. La institución advierte que su cierre afectaría la competitividad de más de 12.000 industrias en la región
La Cámara de Comercio de Valencia ha presentado un informe en el que defiende la necesidad de mantener operativa la Central Nuclear de Cofrentes más allá del año 2030. En plena transición hacia un modelo energético más sostenible, la institución argumenta que la energía nuclear debe seguir considerándose una fuente limpia, estable y clave para preservar la competitividad del tejido industrial valenciano.
Según el documento, el cierre de Cofrentes supondría un riesgo significativo para más de 12.000 empresas industriales con alta dependencia del suministro eléctrico. Estas compañías representan unos 184.000 empleos directos y condicionan otros 235.000 indirectos. Sectores como el químico, cerámico, metalúrgico, alimentario y del plástico serían especialmente vulnerables ante una posible subida de costes energéticos y una pérdida de competitividad internacional.
La Cámara alerta también de que la ausencia de una fuente de energía estable como la nuclear podría disuadir la inversión extranjera, ante la volatilidad del precio de la electricidad y la falta de garantías de suministro. Además, advierte que cerrar la central implicaría renunciar a unos 450 millones de euros de inversión en la próxima década, junto a la pérdida de ingresos fiscales y del posicionamiento estratégico de la Comunitat Valenciana en el panorama energético nacional.
Entre las medidas propuestas, la Cámara sugiere mantener abierta Cofrentes, revisar su fiscalidad para alinearla con otras centrales europeas, y simplificar los trámites administrativos vinculados al Pacto Verde Europeo. Asimismo, apuesta por impulsar la inversión en innovación y acelerar el desarrollo de energías renovables, en un modelo de coexistencia con la energía nuclear.
“El modelo industrial valenciano corre un grave peligro si se prescinde de la energía nuclear”, concluye el informe. Desde la Cámara se insiste en que garantizar un suministro eléctrico fiable y asequible no solo es fundamental para sostener la economía, sino también para avanzar en la electrificación y afrontar desafíos climáticos como sequías y olas de calor.