El Biometano: La Oportunidad para el Empleo Rural y la Economía Circular
Enrique Navarro, director de Medio Ambiente en Imedes, explica en esRadio Valencia cómo este gas renovable transforma los residuos orgánicos ganaderos en energía y riqueza local.
El biometano se posiciona como un eje fundamental en la transición energética, según explicó Enrique Navarro Obrero, director gerente de Medio Ambiente de Imedes, en una entrevista con esRadio Valencia. El experto detalló cómo esta tecnología transforma un problema, como es la gestión de residuos orgánicos, en una gran oportunidad para el territorio.
¿Qué es el Biometano?
El biometano es un gas renovable que posee propiedades casi idénticas a las del gas natural fósil. La diferencia crucial es que su producción está ligada a la gestión de residuos orgánicos del sector primario: purines, gallinaza, estiércoles y restos agrícolas.
«Lo que hace el biometano es recuperar un residuo y convertirlo en una energía renovable,» explicó Navarro. Este proceso se realiza mediante una digestión anaeróbica, donde microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno para producir biogás, que luego es purificado a biometano. Al ser similar al gas natural, puede inyectarse directamente a la red de distribución existente.
Dimensión Social y Económica
La implantación de plantas de biometano ofrece una dimensión social estratégica:
Economía y Empleo Local: Las plantas generan puestos de trabajo directos e indirectos, desde personal técnico y de operación hasta empleo en la logística de transporte de residuos.
Viabilidad Agroganadera: Utiliza un subproducto complejo de manejar (los residuos ganaderos), transformándolo de un problema a un recurso, lo que significa ingresos para las actividades ganaderas.
Economía Circular: Convierte un residuo en un recurso, evitando emisiones y mejorando la calidad del aire. Además, los subproductos del biometano se pueden usar como abono inorgánico para los campos.
Desarrollo Rural: Las instalaciones se ubican intencionalmente cerca de la producción del residuo (granjas, etc.), fomentando un desarrollo rural sostenible.
Transparencia contra el Temor Social
Navarro reconoció que los principales temores sociales giran en torno a los olores, el ruido y el impacto del transporte de residuos. Para contrarrestar esta desconfianza, la clave es la transparencia y la participación desde el minuto cero.
El director de Imedes concluyó enfatizando que los proyectos deben ofrecer un retorno económico y social al territorio, con inversiones en la creación de empleo y programas comunitarios. Lo más importante es un control transparente de la instalación, garantizando que si surge cualquier problema, la resolución sea inmediata.
