De Estivella al mundo: Químicas Tamar refuerza su expansión internacional sin dejar de lado la piscina del vecino
La empresa valenciana triunfa en mercados como Qatar, Dakar y Venezuela gracias a su adaptación cultural, innovación en tratamientos de agua y un equipo humano comprometido
Estivella puede parecer una localidad pequeña, pero desde allí opera una de las empresas que más está creciendo en el sector del tratamiento químico de aguas para piscinas: Químicas Tamar. Bajo la dirección de José Martí, su CEO, la empresa no solo lidera el mercado nacional con soluciones eficaces para mantener las piscinas en óptimas condiciones, sino que ha consolidado su presencia en destinos internacionales estratégicos como Dakar, Qatar y Venezuela, demostrando que el compromiso, la innovación y la capacidad de adaptación cultural son las claves del éxito global.
En plena temporada alta, cuando muchas piscinas sufren problemas de algas, turbidez o desequilibrios en el cloro, Martí recuerda que todo se resume en un principio básico: “si no hay cloro en el agua, la piscina se pondrá verde y tendrá contaminación”. Por ello, desde Químicas Tamar se ofrece asesoramiento continuo y productos de alta eficacia como el tratamiento de choque tres acciones o el innovador Blue Clear, un inhibidor de fosfatos que evita el crecimiento de algas sin necesidad de limpiar el fondo manualmente.
Pero más allá de la química del agua, está la química del equipo. Martí lo tiene claro: “El éxito de esta empresa es el equipo humano”. Para él, el crecimiento de Químicas Tamar se basa en la dedicación, las largas jornadas, la creatividad para desarrollar nuevos productos y la resistencia ante las dificultades, sin perder nunca de vista la pasión por el trabajo bien hecho.
La expansión internacional no ha sido casualidad. La compañía ha sabido adaptar sus productos y estrategias a cada mercado, desde ajustar formulaciones para Estados Unidos y Canadá, hasta entender los hábitos culturales de países árabes y latinoamericanos. Esa flexibilidad ha permitido que su primer envío a Sudamérica, concretamente a Venezuela, se haya convertido en una nueva puerta de entrada para crecer en la región.
“Exportar no es solo conocer el Incoterm. Es entender al comprador, su cultura, su entorno y saber moverse en su realidad”, señala Martí.
Desde Estivella, Químicas Tamar sigue creciendo con paso firme. Porque detrás de cada piscina cristalina, hay trabajo, conocimiento y una empresa que ha sabido combinar ciencia, visión empresarial y una buena dosis de constancia.