AVA-ASAJA llama a la calma pero extrema la vigilancia ante la amenaza de la Peste Porcina Africana
El veterinario Ximo Gómez advierte en esRadio Valencia sobre el riesgo que supone la sobrepoblación de jabalíes, aunque recuerda que el consumo de carne es totalmente seguro para los humanos.
Valencia, 2 de diciembre de 2025 – La detección de casos de Peste Porcina Africana (PPA) en jabalíes en Cataluña, tras 31 años de ausencia de la enfermedad en España, ha encendido las alertas en el sector ganadero. En el programa La Mañana de Valencia y Castellón, Ximo Gómez, veterinario de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), ha analizado la situación, lanzando un doble mensaje de tranquilidad para el consumidor y de máxima prudencia para la industria.
Gómez ha querido ser tajante respecto a la seguridad alimentaria: la Peste Porcina Africana es un problema exclusivamente de sanidad animal y no es una enfermedad zoonótica. Esto significa que «no hay ningún riesgo para el ser humano, no se transmite y el consumo de carne de cerdo y sus derivados es completamente seguro». Sin embargo, para el sector porcino, la enfermedad representa una auténtica catástrofe económica, ya que conlleva una altísima mortalidad en los animales y el cierre inmediato de fronteras para la exportación a mercados clave como China o Serbia.
Durante la entrevista, el experto ha recordado que España estaba libre del virus desde 1994 y que las granjas actuales cuentan con unos protocolos de bioseguridad «bárbaros», que nada tienen que ver con los de hace tres décadas. No obstante, el virus ha ido avanzando inexorablemente desde el este de Europa hacia el oeste desde su reaparición en 2007, presionado por el movimiento de fauna silvestre y el factor humano.
El principal foco de preocupación para AVA-ASAJA reside en la fauna salvaje. Gómez ha señalado la «sobreabundancia de jabalíes» tanto en Cataluña como en la Comunidad Valenciana como un factor de riesgo crítico. Estos animales actúan como reservorio y vehículo de dispersión del virus. Por ello, desde la asociación agraria insisten en la necesidad de controlar estas poblaciones silvestres y mantener un estatus sanitario riguroso, ya que el virus es extremadamente resistente en el medio ambiente y puede ser transportado incluso en vehículos o calzado de personas que hayan estado en zonas afectadas
