Antes de la marcha «Sí a la vida», Ainhoa García, acompañada por diputados regionales del partido, ofreció declaraciones a los medios en las que exigió a las Administraciones Públicas que adopten un compromiso firme en la defensa de la vida. En este sentido, criticó lo que denominó como una política basada en la «cultura de la muerte y del descarte», denunciando que el Gobierno actual destina fondos públicos a entidades que, según ella, se benefician económicamente del aborto. En su intervención, reclamó que ningún euro del dinero público sea utilizado para financiar organizaciones que promuevan esta práctica y, en su lugar, se destine exclusivamente a proteger la vida y apoyar a las familias.

Además, la portavoz de VOX abordó la importancia de garantizar una atención digna a las personas enfermas, señalando que la defensa de la vida no solo debe centrarse en la etapa prenatal, sino también en el acompañamiento de quienes padecen enfermedades graves o terminales. En este sentido, abogó por la creación de una ley de cuidados paliativos que proteja tanto a los pacientes como a sus familiares, quienes a menudo son olvidados por el sistema. García destacó que la sociedad no puede permitir que los enfermos sean considerados un «lastre» y que las administraciones deben asumir su responsabilidad en la protección de estas personas.

Por último, lanzó una crítica al Gobierno, al que acusó de querer una sociedad «sola, desarraigada, sin familias y sin hijos». Frente a esta situación, defendió el derecho a la vida y a la libertad, afirmando que apostar por la protección de la vida es la mejor inversión para el futuro. Con este discurso, VOX refuerza su postura en favor de la familia y en contra de políticas que, según su visión, promueven el debilitamiento del núcleo familiar y la reducción de la natalidad en España.