Casal de la Pau: un hogar y una familia para la reinserción social en Navidad y los 365 días del año
Juan Molpeceres, presidente de la entidad, destaca en esRadio Valencia la labor de acompañamiento a personas exreclusas y sin hogar, ofreciendo una segunda oportunidad más allá de la condena
En unas fechas marcadas por los reencuentros familiares y las celebraciones, existen realidades que requieren una atención especial y continua. Juan Molpeceres, presidente de Casal de la Pau, ha pasado por los micrófonos de esRadio Valencia para visibilizar la labor incansable de esta asociación, que mantiene sus puertas abiertas «los 365 días del año, las 24 horas del día», ofreciendo refugio y dignidad a quienes más lo necesitan.
Durante la entrevista, Molpeceres ha explicado que el perfil principal de los usuarios de Casal de la Pau son personas que han cumplido condena en prisión y que, al salir en libertad, se encuentran con una absoluta falta de recursos económicos y sin apoyo familiar. La entidad se convierte así en un puente vital hacia la reinserción, atendiendo también casos complejos que involucran problemas de salud mental o historias de adicciones.
Más que un techo: una familia en Navidad
La Navidad cobra un sentido especial dentro de la asociación. Molpeceres ha relatado cómo se han vivido estos días festivos en el centro, donde se organizó una cena de Nochebuena para 35 personas y una comida de Navidad para 25 usuarios. Lejos de ser un mero trámite asistencial, el presidente subraya el componente afectivo: «Intentamos que cualquier iniciativa que surja se lleve a cabo; Casal de la Pau es como una familia para ellos». Hubo incluso regalos y la visita de «Papá Noel», buscando normalizar estas fechas para quienes carecen de red social.
Un proceso de acompañamiento integral
La reinserción no es inmediata. Según ha detallado Molpeceres, el proceso de acompañamiento suele durar entre seis meses y un año. Durante este tiempo, el equipo de voluntariado y profesionales trabaja para que los usuarios logren estabilidad, encuentren un empleo o tramiten ayudas por minusvalía si su salud no les permite trabajar. «No solo vale con la voluntad, hacen falta medios y ese acompañamiento», señaló el presidente.
Molpeceres cerró su intervención con un llamamiento a la sociedad: superar los prejuicios y entender que apoyar la rehabilitación de estas personas «redunda en beneficio de toda la sociedad», permitiéndoles recuperar su libertad y dignidad plena.
