El mercado laboral español se enfrenta a un escenario de alta movilidad y exigencia conocido como la «paradoja del talento». Así lo ha explicado Amalia Franco, gerente de la consultora valenciana ABC Consulting, durante su intervención en el espacio de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia (AJEV) en esRadio. Franco ha alertado de que, durante este año 2025, el 69% de los trabajadores en España —siete de cada diez— ha buscado activamente un cambio de empleo, una cifra que evidencia la dificultad de las empresas para fidelizar a sus plantillas.

Esta situación convive con una oferta de vacantes sin cubrir, generando un desajuste donde las compañías luchan por encontrar perfiles con las competencias y la actitud adecuada, mientras los profesionales rotan con mayor frecuencia. Según Franco, experta en recursos humanos con más de 30 años de trayectoria, nos encontramos ante un cambio de paradigma en el que «los candidatos tienen mucho más acceso a la información» y son ellos quienes evalúan a las empresas antes de postularse.

El auge del ‘Employer Branding’

La reputación corporativa se ha convertido en el filtro principal para la captación de personal. Franco destacó un estudio de Deloitte que revela que más del 75% de los candidatos de la Generación Z investigan la reputación de la empresa antes de enviar su currículum. Las compañías con una marca empleadora débil o desconocida parten con una desventaja competitiva significativa frente a aquellas que cuidan su imagen interna y externa.

Más allá del sueldo: socios, no empleados

Para frenar la fuga de talento, especialmente crítica durante el primer año de contrato y en la franja de los tres a cinco años de antigüedad, ABC Consulting insta a las pymes a redefinir su estrategia. La gerente subraya que el salario económico ya no basta; es necesario articular una «propuesta de valor del empleado» sólida.

Esta propuesta debe incluir desarrollo profesional, un buen ambiente laboral y una cultura corporativa que haga sentir al trabajador como un «socio» del proyecto y no un mero empleado. De cara a 2026, el desafío empresarial no será solo cubrir puestos, sino inspirar a los equipos para convertir la retención en una consecuencia natural de una buena gestión del talento.