El comercio exterior valenciano se refugia en mercados seguros y cercanos ante la escalada de la inestabilidad geopolítica
Un informe de Cámara Valencia y CaixaBank revela que el 65% de las exportaciones se dirigen ya a países de bajo riesgo, con el sector agroalimentario como motor de resistencia frente a la caída de la automoción
La economía valenciana está redefiniendo su mapa comercial a marchas forzadas. Según el estudio Geopolítica y nueva geometría del comercio exterior valenciano, elaborado por Cámara Valencia con la colaboración de CaixaBank, las empresas de la región están priorizando la seguridad frente a la rentabilidad, replegando sus operaciones hacia mercados con menor riesgo geopolítico y mayor cercanía geográfica.
El informe destaca que, tras una década de crecimiento sostenido hasta 2022, las exportaciones valencianas han sufrido un retroceso en el último bienio debido a las tensiones globales, como la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y el proteccionismo arancelario. Ante este escenario volátil, el tejido empresarial ha reaccionado buscando refugio: en 2024, el 65% de las exportaciones de la Comunitat Valenciana tuvieron como destino países de riesgo bajo, principalmente de la Unión Europea y América del Norte.
Esta «nueva geometría» del comercio muestra dos velocidades sectoriales muy marcadas. Por un lado, el sector agroalimentario ha demostrado una notable resiliencia, con un crecimiento acumulado del 42% entre 2019 y 2024, ganando cuota incluso en mercados lejanos. En el extremo opuesto, el sector del automóvil ha registrado una caída del 36% en sus ventas exteriores en el último quinquenio, lastrado por la transición hacia el vehículo eléctrico y la reducción de la producción.
El estudio concluye que la eficiencia en costes ha dejado de ser la única prioridad. Las cadenas de suministro se están acortando para evitar colapsos logísticos, favoreciendo el nearshoring (producción cercana) y el friendshoring (comercio con países aliados). De cara al futuro, el informe insta a las empresas valencianas a invertir en tecnología y diversificación para ganar resiliencia en un entorno internacional que seguirá marcado por la incertidumbre.
