Pérez Llorca baraja ampliar el número de consellerias para descongestionar la gestión del Consell
El plan de reestructuración busca dividir las grandes áreas de gobierno para aligerar la carga administrativa de los departamentos más saturados y agilizar la toma de decisiones de cara a 2026.
Valencia, 2 de diciembre de 2025 – El Consell de la Generalitat Valenciana podría estar a las puertas de su mayor remodelación orgánica de la legislatura. Juan Francisco Pérez Llorca, pieza clave en la estrategia política y ejecutiva del gobierno autonómico, se encuentra analizando un plan que supondría un cambio de paradigma en la actual estructura del gabinete: aumentar el número de carteras para ganar en eficacia.
La propuesta, que aún se encuentra en fase de estudio, nace del diagnóstico de que la actual concentración de competencias en pocas manos —las llamadas «macroconsellerias»— ha terminado por generar cuellos de botella administrativos que ralentizan la acción de gobierno. Tras un periodo marcado por la austeridad en la arquitectura institucional, la realidad de la gestión diaria ha evidenciado que ciertos departamentos soportan una carga de trabajo inabarcable, lo que dificulta la respuesta rápida que exigen los ciudadanos y los sectores productivos.
La intención de Pérez Llorca no es solo política, sino eminentemente técnica y operativa. El objetivo principal es «aligerar» el peso que recae sobre los actuales consellers, desgajando competencias que, por su volumen y relevancia, requieren una dedicación exclusiva y un equipo directivo propio. En este sentido, se baraja la separación de áreas que tradicionalmente han convivido bajo un mismo techo pero cuyas dinámicas son muy distintas, permitiendo así que los nuevos titulares se centren en objetivos más específicos y acotados.
Fuentes cercanas al proceso señalan que esta ampliación no implicaría necesariamente un aumento desmedido del gasto público, sino una redistribución más racional de los recursos humanos y directivos existentes. La maniobra se interpreta como un intento de engrasar la maquinaria de la Generalitat para afrontar con garantías la segunda mitad de la legislatura, priorizando la ejecución de presupuestos y la materialización de proyectos estratégicos que, en ocasiones, se ven frenados por la burocracia interna de los grandes departamentos.
De confirmarse, este movimiento reforzaría el papel de Pérez Llorca como el arquitecto del nuevo impulso que se quiere dar al Consell, buscando un ejecutivo más dinámico, especializado y, sobre todo, más rápido en sus reflejos políticos y administrativos para encarar los retos de 2026.
