La pedanía de La Torre fue escenario este miércoles de un simulacro de inundación en el que participaron más de un centenar de efectivos procedentes de bomberos, Policía Local, Protección Civil y voluntariado de emergencias. El ejercicio, diseñado para evaluar la capacidad de respuesta ante un episodio de crecida súbita, se desarrolló en diversos puntos del núcleo urbano.

El escenario planteado simulaba la rotura de una mota del cauce del río Turia, una situación que habría desencadenado una inundación en aproximadamente una hora. Para reproducir las condiciones de emergencia, se cerraron accesos a la pedanía y se activó el nuevo sistema de sirenas instalado recientemente. Además, se ejecutaron evacuaciones en edificios clave como el centro educativo, el consultorio sanitario y la biblioteca municipal, con el objetivo de medir tiempos de reacción y fluidez de los protocolos.

Considerado el ejercicio más amplio de este tipo realizado en la ciudad hasta la fecha, responde al propósito de reforzar la preparación institucional ante fenómenos meteorológicos extremos. La iniciativa se produce un año después de la DANA que afectó gravemente a la zona el 29 de octubre de 2024, cuyas consecuencias siguen presentes en la memoria de los vecinos.

El simulacro incluyó la instalación de un Puesto de Mando Avanzado y la coordinación de señalización de rutas de evacuación y zonas seguras en plantas superiores. Las pruebas permitieron comprobar tanto la operatividad del plan municipal de prevención como el rendimiento del sistema de alertas sonoras recién implantado.

Pese a valorar positivamente la realización del ejercicio, algunos residentes expresaron su malestar por el tiempo transcurrido desde el episodio real de inundaciones, señalando que hubieran deseado una reacción más temprana. También reclamaron avances continuos en infraestructuras y medidas preventivas.

Con este tipo de prácticas, La Torre se confirma como una zona prioritaria para la formación en emergencias, al tiempo que se impulsa la concienciación ciudadana. La información recopilada permitirá detectar puntos de mejora y afinar los mecanismos de aviso y evacuación de cara a futuros riesgos.